Tradicionalmente, en las confiterías Máximo Gómez (y, tras la escisión, también en las confiterías Gómez -a secas-) tenían el buen criterio de no intentar hacer sobaos y quesadas, sino vender las de quienes sí lo saben elaborar. Concretamente, despachaban sobaos y quesadas de El Macho, uno de los grandes del producto pasiego. Recientemente, en Máximo Gómez, tras su fusión con otra firma del sector que elaborada sus propios (no)sobaos (los típicos bizcochos de buena calidad y forma de sobao pero sin "lo sobao") han decidido expender ese producto en lugar del verdadero sobao pasiego. Conmigo que no cuenten. Mientras en Gómez -a secas- sigan vendiendo los auténticos sobaos y quesadas de El Macho, sabré que donde hay que ir es a esta última firma, que, por lo demás, como pastelería nada tiene que envidiar a la casa de la que procede.